martes, 2 de octubre de 2007

Cortometraje


“El sueño del caracol”

Dos jóvenes en la lucha contra su propia timidez y el inamovible destino

Por Juan Pablo Castillo Barbosa.

Si eres amante de los cortometrajes de amor, de aquellos que sumergen en un vacío complejo lleno de enseñanzas, entonces debes intentar abrir tus sentidos a “Schneckentraum” (“El sueño del Caracol”). Una cinta de origen alemán que muestra la obsesión de una joven por el amor de un desconocido, muy al estilo de “El efecto mariposa”. Ésta nos refleja una realidad distinta, donde quedan dando vuelta tus pensamientos en torno al ‘y si hubiera…’, ‘¿podría haber…?’, ‘¿mi destino hubiera cambiado?’, etc.

La historia se teje entre dos protagonistas, una joven soñadora e inocente, esas que cualquier hombre quisiera toparse en su vida (Julia Brendler), y Oliver, un bibliotecario con una vida bastante monótona (Fabián Busch). Tal como si fuera extraída de un cuento de hadas; amor puro, miradas de complicidad, suspiros emotivos y un final que hace replantear la percepción del tiempo y de la vida.

Este corto te mantiene los 15 minutos de duración pegado a la pantalla, alucinado y queriendo ser parte de la historia, añorando cambiar la actitud de los personajes, deseando alguna vez suspirar de la manera que nos muestra esta verdadera obra de arte.

Obra en blanco y negro, con música escogida con pinzas para crear el ambiente perfecto. A medida que avanza la cinta pasas de un simple espectador a un personaje, a sentirte reflejado en ellos porque son amoldables a cualquier personalidad, pero tienen ese margen de sueño que los hace únicos y utópicos.

Este es un cortometraje de una calidad tremenda, una historia con personajes bien construidos e introducidos en el contexto adecuado. La cinta logra transmitir las emociones que sienten los protagonistas con gran intensidad, concentrando toda la fuerza de la historia en pocos minutos. Desde luego, es un trabajo para verlo y disfrutarlo.

Obra del director y guionista Iván Sáinz-Pardo, estrenada en el año 2001 para arrasar los festivales de cine de todo el mundo. Este corto se convirtió pronto en gusto de los entendidos, comenzando el mismo año a sobresalir, siendo preseleccionada en los Oscar y nominada al Deutsche Kurzfilmpreis (Equivalente al Oscar alemán).

“El sueño del caracol” se convirtió así en el corto alemán más premiado de los últimos años; ganando el premio al mejor cortometraje y mejor director en el Friedrich Wilhelm Murnau-Stiftung 2002 y calificando con la nota máxima en el Besonderes Wertvoll.

El corto no llegaría hasta ahí; tras su salida al mundo, fue aplaudida en cientos de países, quienes le otorgaron 26 premios internacionales al mejor cortometraje, 4 premios internacionales al mejor director (Iván Sáinz-Pardo), 2 premios internacionales al mejor guión (Iván Sáinz-Pardo), 2 premios internacionales a la mejor actriz (Julia Brendler), 1 premio internacional a la mejor fotografía (Sorin Dragoi) y una Mención Especial (PNR Film Festival Madrid 2002), lo que nos demuestra la calidad del material y nos invita a verla; sentir, llorar y ser parte de este gran éxito.

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