Capturada casualmente con una vieja cámara Leica, provista de un lente de 90 milímetros
Texto y fotos de Nelson Muñoz Mera
Perdura en la memoria colectiva una imagen lograda casualmente por Ernesto Korda, fotógrafo cubano el 5 de marzo de 1960, capturada con una vieja cámara Leica, provista de un lente de 90 milímetros
La crítica considera a la del Che una de las 100 mejores piezas de toda la historia de la fotografía; se la ubica entre los diez mejores retratos, junto al de Sarah Bernhardt, de Nadar; Lincoln, de Brady; el de la Garbo, de Steichen; Marilyn Monroe, de Halsman; Kennedy, de Cornel Capa y la muerte del soldado republicano.
Según las declaraciones del propio Korda, la imagen que captura del Che es casi por casualidad e instinto profesional, en efecto al estar cubriendo un acto masivo generado por la explosión causada por un atentado a una embarcación cubana que costó la vida de 100 combatientes, el discurso de Fidel, los invitados, aplausos y la multitud daban marco para la creación de aquella imagen, en medio de los asistentes oficiales estaba Ernesto Guevara, conocido como un combatiente internacional, su mirada y aspecto le llaman la atención a Korda que captura unos cuadros con su cámara Leica de 35 mm.
La golondrina hace el verano
Si pudiésemos revisar los archivos de Capa o de Cartier-Bresson, nos encontraríamos mil fotos excelentes, de una calidad sin grietas, pero siempre hay una que define toda la obra. En Capa es esa del miliciano; en Nadar, es el retrato de Sarah Bernhardt. Korda sostenía en una entrevista a Prensa Latina que “hay parte de casualidad en una buena fotografía. Quizá mi retrato del Che guerrillero sea también casual, pero no debe perderse de vista que yo estaba «dentro» de aquel acto de despedida de duelo de las víctimas de La Coubre, y estaba, como se dice en Cuba, «en la viva», tanto, que ninguno de los fotógrafos que estaban allí pudo hacerle una foto a Guevara".
Agregaba que "la foto está en el ojo del fotógrafo, mi ojo busca lo que propicia esa emoción, en mis fotos hay un 90 por ciento de búsqueda y un 10 por ciento de casualidad, hay que pensar antes que nada en crear una buena imagen".
Al momento de la muerte del Che en Bolivia, el personaje cobra un valor internacional, la foto que no había sido publicada es encontrada por el editor italiano Giacomo Fetrinelli, quien se la lleva desde la Habana sin pagar un peso, es así como se descubre la imagen que posteriormente daría la vuelta al mundo.
Un fotógrafo huraño
Su colega y veterano fotógrafo de la prensa cubana, Ernesto Fernández, recordó una vez Korda era un personaje célebre en el mundo de la fotografía cubana, querido por pocos de quienes compartieron su trabajo en los años 60.
“Algo huraño e introvertido, algo autoritario y llevado a sus ideas, un vividor, era de aquellos que suspendía algún trabajo para compartir con sus amigos y, particularmente, con mujeres del espectáculo cubano e incluso en París, donde tuvo más de alguna aventura amorosa, con un asertivo ojo fotográfico que le llevó a capturar una de las fotografías más impresas en el mundo y por la que nunca recibió un centavo”, precisó en la ocasión.
La imagen más vista en el mundo en los últimos cuarenta años, ha vendido millones de copias, y productos con la imagen impresa, siendo una mirada obligada en muchos productos no sólo en la isla de Cuba, donde su imagen está presente en cada rincón.
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